El lupus es una enfermedad crónica de origen desconocido y que se engloba en las llamadas enfermedades autoinmunes.
Los síntomas pueden aparecer poco a poco, y hacerse más evidentes gradualmente. Puede llevar meses o incluso años hasta que los signos y síntomas permitan que los médicos hagan el diagnóstico de lupus. Esto se debe a que los primeros síntomas del lupus se parecen mucho a los de otras enfermedades.
Las personas que padecen lupus tendrán períodos de semanas, meses o años en los que la enfermedad no estará activa y a estse períodos se los llama remisiones. Cuando el lupus se activa, como en el comienzo, puede ser impredecible y peligroso, y se necesita que el médico siga al paciente muy de cerca. Estos periodos de actividad se llaman recaídas o exacerbaciones.
Nuestro sistema inmunitario normalmente se encarga de reconocer cualquier elemento extraño a nuestro organismo (como bacterias, los virus, etc.) y pone en marcha mecanismos muy complejos de respuesta para eliminarlo (elaborando anticuerpos, por ejemplo). En estas enfermedades no se sabe porqué este sistema falla y de repente identifica como extraños e indeseables elementos que forman parte de nuestro organismo por lo que elabora anticuerpos contra ellos. Esto puede causar daño a varias partes del cuerpo como:
-Las articulaciones
-La piel
-Los riñones
-El corazón
-Los pulmones
-Los vasos sanguíneos
-El cerebro.